Abuso de locura o imaginación, como quieran llamarlo.

A los genios no nos entienden, nos tachan de locos cuando el problema no es nuestra inestabilidad, si no, su poca creatividad.

sábado, 28 de julio de 2012

Ni contigo, ni sin ti. Hostia puta.


Él está tirado en el sofá viendo su programa favorito, con los pies en la mesa de madera, su sudadera Nike y  un porro en su mano derecha sujeto con dos dedos mientras el aceite se apodera del papel con cada calada.  Caliente, perfectamente resguardado de la típica tormenta de Abril. Un cuerpo musculado, unos ojos brillantes y una sonrisa blanca perfectamente colocada de insinúa en su cara mientras él divaga, fuera de la televisión, de la habitación, del mundo.
Al otro lado de la puerta, ella, con una sudadera negra en la que se lee el logo de Jack Daniels totalmente empapada por la lluvia fría de un mes caluroso. No se atreve a llamar, aún sabiendo el paseo que ha dado y lo mojada que está, sigue indecisa pero opta por llamar. Él abre arrastrando los calcetines por el parqué y esboza una sonrisa al verla; tan pequeña, con el pelo chorreando agua, la besa y la invita a entrar. Ella se cambia, poniendo su ropa a secar y utilizando una de sus sudaderas de vestido. Es tan bonita... Unas piernas perfectas se pasean por su salón portando ese vestido improvisado acompañado de calcetines de colores. Él  la abraza por detrás mientras la susurra "te quiero" al oído. Ella es su mayor fantasía, sus piernas, su templo, sus 14 años llenos de vida frente a sus 18 años llenos de vivencias. Tan pequeña, su niña para nada inocente, la mira, es preciosa, tiene cara de ángel, de niña, sin embargo, recuerda la vez en la que tuvo que hablar con su camello por unos pagos malfiados. Sonríe, ella le hace feliz, nadie sabe porque pero es así. Son felices, se quieren.

Un pequeño quiebre le hace reaccionar, recuerda la diferencia de edad, el viaje que los va a separar indefinidamente, se acerca la hora de separarse, ella se cambia, vuelve a su anterior imagen y lo besa, un beso corto. 

Él la besa apasionadamente, la sujeta la cabeza "Lo siento mi amor, esto no va a ninguna parte, tenemos que dejar de querernos. Ya sabrás porque." Ella, llorando, da un portazo y desaparece, se esfuma como vino, ágil, pequeña, como la arena playera que se cuela entre los dedos, hermosa como solo ella sabe serlo. Sin entender una palabra, perdida. Sabiendo que ese es el final de sus caminos, pensando que ya no la quiere o que hay otra. Destrozada por el mero hecho de perderle, de no volverlo a ver. Eso piensa...Se equivoca. Dejando atrás al hombre de su vida también destrozado por no poderla explicar los motivos, no los entendería.

2 comentarios:

  1. Increíble, me gusta mucho la entrada :) si quieres pásate por mi blog y le echas un vistacillo cuando puedas, te recomiendo la de 'Labios aparte, tus ojos no mienten..'^^ Un Abrazo! http://liveyourdreams12.blogspot.com.es/

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